CARRETEROS

El día que escuché que Peña Nieto y Carlos Slim afirmaban que el progreso había llegado a Ciudad Netzahualcóyotl, gracias a la presencia de una nueva plaza comercial, sentí que algo estaba mal. Su inauguración colmada de agentes de seguridad me indicaba que no había nada más erróneo ni más impreciso que esa afirmación y lo peor, que bastaba salir al estacionamiento de su paraíso comercial para evidenciar que la sustancia no había sido modificada.

Me pregunté al observar pasar una carreta colmada de basura en qué les había beneficiado. La respuesta era obvia: en nada. Pura escenografía urbana, detrás de la gran plaza estaban ellos escondidos, agazapados, la basura desbordada y unas ganas terribles de contradecir afirmaciones tan superficiales aunque vinieran de nuestro Rey Midas contemporáneo.

La realidad, esta realidad, la que yo les quiero contar comenzó a ganar cierta resonancia, estaba metido en un laberinto colmado de locura en el que no había regreso. Me hice de cómplices que estaban igual de locos que yo y que decidieron apoyarme realizar este documental fotográfico para ver en el espejo de la basura, lo que somos, sin hipocresías.